Temporada de Piscina

Estamos en los meses de altas temperaturas, días en los que los termómetros se elevan hasta las nubes y en los que una piscina puede convertirse en un gran regalo.  Para darle la bienvenida a la época estival, qué mejor que arreglar este espacio y transformarlo en un refrescante oasis de relajo y encuentro. Y es que, si eres de esos afortunados que cuenta con una piscina, qué mejor que compartirla con la familia y los amigos.

Ya sea de día o de noche, la piscina es “el” lugar del verano, lo importante es ponerle cariño y encanto para que no sea sólo sinónimo de chapuzón. Para ello, te damos algunas ideas que de seguro la convertirán el rincón favorito de la temporada. Lo primero y más importante es la seguridad: mantener limpia el agua y protegido el perímetro para los más chicos. El resto, se trata de los pequeños grandes detalles.

Partamos por las plantas, parte esencial de este espacio. Ya sea en macizos o maceteros son un complemento muy necesario, ya que aportan vida y frescura. Eso sí, es muy importante elegir especies que no boten la hoja para que no ensucien el agua y que, además, no atraigan a las abejas.

Las reposeras son otro elemento propio de esta zona. Pueden ser de madera, fibras naturales, aluminio o fierro, la idea es apostar por la que mejor combine con la estética general. Sigue tu instinto, pero no te olvides de la resistencia, la comodidad y de los cojines, ¡Muchos cojines de diversos formatos y tamaños! Estos son claves para el confort y el look y si además lo complementamos con lindas toallas a tono, el resultado será inmejorable.

No hay que olvidarse de aportar espacios de sombra al lugar, porque tanto calor puede resultar agobiador. Así, un bonito quitasol o telas sujetas con tensores bajo las cuales poder instalarse a leer o disfrutar de una reparadora siesta siempre serán bienvenidas. Hoy en el mercado existen muchas alternativas, lo importante es que abarque un espacio amplio para que la sombra se pueda compartir.

Finalmente, la iluminación ayuda muchísimo a crear ricos ambientes, sobre todo en los atardeceres y en las noches. No escatimes en velas, faroles, antorchas o las guirnaldas.