A todo color

Si bien un baño blanco o monocromático siempre es una jugada segura, hay para quienes el color tiene un encanto vital y el baño siempre resulta un lugar entretenido para apostar por la diferencia y el color. Desde los fríos pero calmos grises, azules y celestes hasta los vibrantes rojos, naranjos y amarillos e incluso una mezcla de tonalidades frías y cálidas, como turquesa y naranja, puede resultar una mixtura distinta y fresca.

Y no es necesario hacer grandes gastos para darle chispazos de alegría al baño. En algunos casos sólo basta con cambiar el color de una pared, del cielo, de una puerta o empapelar un muro. Fundamental además, es darle la real importancia a los accesorios, porque estos muchas veces hacen toda la diferencia: una linda cortina de baño, toallas de vivos colores, un cesto para la ropa sucia entretenido y un  vistoso tarro de basura; jabonera y espejo ad hoc, incluso una linda alfombra pueden revitalizar un espacio que muchas veces tiene gusto a poco.

Y en caso de que tenga ciertos reparos con tanto color en su propio baño, descárguese en el de los más pequeños de la casa, ellos son los candidatos perfectos para un lugar alegre y vibrante. ¿Qué tal un  rincón verde limón y amarillo para los niños? O un romántico rosado o celeste para las niñitas? El único consejo es no abusar de las mezclas y no olvidarse jamás que el blanco siempre resulta un gran compañero.